Vivimos en un mundo cargado de tecnologías disruptivas cuya posibilidad de cambiarlo todo para siempre es prácticamente infinita, como el Big Data, el Internet de las Cosas o la Inteligencia Artificial y el Machine Learning.
Hoy toca hablar del futuro ligado al blockchain, la tecnología que se ha hecho famosa por el auge y el salto a las portadas de la moneda digital Bitcoin, pero cuyas aplicaciones van mucho más allá de sostener las transacciones de la criptodivisa, desde perseguir bacterias hasta presentar declaraciones de impuestos, firmar contratos de modo seguro o optimizar los procesos ligados al sistema sanitario, así como implementar soluciones de alto valor con componentes de blockchain en las cadenas de suministro logístico y las industrias reguladas, como la energía, los productos farmacéuticos y la cadena de frío.