Lo que hagas en los primeros minutos luego del accidente acuático con el teléfono es fundamental para evitar que se arruine.
Aunque las marcas anuncian que la mayoría de sus modelos de smartphones son “resistentes al agua”, la verdad es que esto no significa que sean totalmente impermeables o inmunes a los líquidos. Y tarde o temprano es muy probable que nuestro celular se moje de alguna manera, ya sea porque nos agarró una lluvia torrencial, se nos cayó en un charco o se nos volcó cerca alguna bebida.
Frente a esta situación, lo que hagas en los primeros minutos luego del accidente acuático con el dispositivo móvil es fundamental para evitar que se arruine. Aquí te pasamos unos trucos que, a pesar de no ser infalibles, podrán salvar tu teléfono inteligente de una muerte por “ahogamiento”.
La resistencia al agua con que se publicitan los smartphones solo implica que el dispositivo puede soportar cierta exposición al agua antes de que se produzcan daños sustanciales.
Un estudio encargado por la marca Zagg sugiere que más del 30% de los usuarios de teléfonos inteligentes han dañado su dispositivos con agua o algún otro tipo de líquido al menos una vez en sus vidas.
Por este motivo es importantísimo actual con rapidez cuando el teléfono ha sido mojado y realizar pronto, pero con calma, los siguientes pasos:
Puede parecer obvio pero cuanto más tiempo permanezca mojado más difícil será salvarlo. Los instantes que dudás si ponerte guantes para sacarlo del inodoro, por ejemplo, son vitales. Recordá que la prioridad es alejar tu teléfono del agua. Si está lloviendo, ponelo en un lugar donde no se moje más, ya sea en un bolsillo seco, entre tu ropa, o dentro de una bolsa de plástico.
Lo más importante para intentar que el teléfono sobreviva es apagarlo inmediatamente. Esto es imprescindible para que sus componentes internos no hagan cortocircuito y se destruyan completamente.
El agua y la electricidad no se llevan bien, así que si el teléfono estaba enchufado a un cargador cuando se derramó agua sobre él, lo primero que podrías hacer es cortar la corriente para evitar un corto, luego retirar el cargador del enchufe y después sí, volver a dar la luz.
Si se puede abrir, lo mejor es sacarle la batería.
Básicamente, deberás quitar todo lo que pueda ser retirado del celular. Tarjetas SIM, tarjetas de memorias SD y miniSD pueden resultar dañadas por el agua. Además, si tenés la posibilidad de abrir el teléfono, mejor. Cuando menos agua quede atrapada dentro, más posibilidades de sobrevivir tiene.
Con el celular apagado, ya podés empezar el proceso de secado. Es importante no usar un secador de pelo ya que son muy potentes y la fuerza del aire y el calor podrían dañar piezas delicadas del smartphone. Usar un paño de microfibra (los mismos que se utilizan para limpiar lentes) es lo ideal. Sino, podés usar un paño de papel.
Otro factor clave: si se cayó en agua sucia o salada, limpialo delicadamente para no se rayen las partes internas.
Elimina toda el agua que puedas. Tomate tu tiempo. La parte delantera y trasera del teléfono deben estar completamente seca cuando termines. Asegurate de pasar el paño en el puerto de carga, la toma de auriculares, la ranura para la tarjeta SIM y cualquier otro recoveco que puedas encontrar.
El viejo truco del tarro de arroz. Para absorber la humedad lo mejor es poner el teléfono y cubrirlo completamente con arroz en algún recipiente o bolsa, sin que le entre aire. ¿El motivo? El arroz absorberá toda la humedad que haya quedado dentro del aparato.
Es fundamental no hacer presión en el arroz, porque los granitos se pueden meter en lugares recónditos del teléfono y después será difícil sacarlos.
No hay una medida estándar, pero lo mejor es dejarlo en arroz al menos ocho horas. De esa manera te asegurarás de no queden rastros del agua ni de humedad.
La temperatura alta puede dañar los componentes del dispositivo. Tampoco hay que apoyarlo sobre una estufa o cualquier aparato que emita demasiado calor.
No debemos caer en la tentación de ver si sigue funcionando: no hay que encenderlo hasta que esté completamente seco.
No uses alcohol puro para limpiar la parte de adentro, porque podés romperlo.
Recordá que estos consejos y trucos no son infalibles. Aunque los cumplas al pie de la letra, si al smartphone le entró mucha agua, es probable que deje de funcionar.
Siempre depende del tiempo que estuvo sumergido y del diseño del celular o la suerte que tengas. De todas formas, a la suerte hay que ayudarla: lo mejor es seguir los pasos que enumeramos para maximizar las chances de poder seguir usando el teléfono.
El líquido que penetra en un smartphone puede afectar al dispositivo de varias maneras. En caso de que siga funcionando, puede provocar: fotos borrosas (si la humedad queda atrapada en la lente de la cámara), audio de baja calidad, gotas de líquido en la pantalla, problemas o incapacidad de carga y oxidación de las piezas internas que, después de un tiempo, pueden hacer que el celular deje de funcionar por completo.
Fuente: TNTecno