Botto es una inteligencia artificial que pinta cuadros. Y ya es una artista de éxito: ha ganado su primer millón de dólares vendiendo sus primeros seis cuadros en formato NFT.
Existen cosas que los seres humanos consideramos intrínsecamente nuestras. Y hasta hace poco, pensábamos que eso era lo que nos diferenciaba de las máquinas: el arte, la imaginación, la capacidad de escribir una novela, o pintar un cuadro.
Pero la inteligencia artificial lo ha cambiado todo. Ya puede hacer todas esas cosas que considerábamos exclusivamente humanas. Y eso nos asombra, nos choca… y nos asusta un poco, por qué no decirlo.
Botto es una inteligencia artificial que pinta cuadros. Un artista cuya musa es un algoritmo que evolucionamente continuamente. Aquí tienes una galería con algunos de sus trabajos:
No se puede negar que sus obras transmiten algo, y pueden despertar sentimientos similares a los cuadros pintados por humanos.
Ya ha vendido sus seis primeros cuadros, en formato NFT (ficheros digitales certificados como únicos por el blockchain de las criptomonedas), y ha ganado 1,3 millones de dólares. Su cuadro más cotizado, Scene Precede, se vendió por 430.000 dólares.
Como Botto no necesita el dinero, se lo han quedado sus autores. Pero no para ellos: piensan invertirlo en el desarrollo y la mejora de esta IA artista.
Una inteligencia artificial artista tiene una cuantas ventajas con respecto a uno de carne y hueso.
Puede pintar las 24 horas del día, y no se cansa. Botto pinta 300 cuadros al día.
También está aprendiendo constantemente, así que puede pintar en diferentes estilos artísticos: acuarela, pincel, lápices, píxeles… Ninguna técnica se le resiste.
Tal como explica New Atlas, Botto emplea diferentes tipos de software o módulos de inteligencia artificial, para cada tarea.
Con VQGAN utiliza una base de datos de millones de imágenes para entrenar su estilo artístico, y generar imágenes a partir de palabras.
CLIP es un software que comprueba si los resultados de VQGAN se aproximan a la idea inicial, realizando ajustes. También elige las dos palabras que forman el título del cuadro.
Finalmente GPT-3 genera una descripción del cuadro, en un tono poético.
Como hemos comentado, Botto crea unos 300 cuadros al día. Un módulo que está aprendiendo los gustos humanos selecciona 350 imágenes a la semana, que los fans votan. El más votado se subasta en formato NFT.
Botto tiene su propia criptomoneda, BOTTO. Hay que cambiar Ethereum por ella para poder comprar las obras, y como está teniendo tanto éxito, la criptomoneda está subiendo de cotización.
Vamos a tener que acostumbrarnos a convivir con inteligencias artificiales que pintan cuadros, escriben novelas y poemas, o ponen letras a canciones, al mismo nivel que un humano.
Muchas de ellas, serán un éxito de ventas y popularidad.
Fuente: Computer Hoy
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