Podés ser un piloto de un X-Wing, un cazafantasmas, un Power Ranger o un integrante de GI Joe; usan un escaneo 3D de la cara para asegurar la fidelidad; por ahora sólo está disponible en Estados Unidos; en nuestro país hace años que hay alternativas artesanales
Por ahora sólo está disponible en Estados Unidos, lo que ciertamente limita su atractivo, pero da una pauta de lo que eventualmente podría conseguirse en otros países. Allí la compañía Hasbro (un gigante en el mundo de los juguetes) habilitó una nueva opción para quienes estén interesados en comprar sus muñequitos: generar una versión en plástico de su rostro y ponérsela al muñequito de 15 cm en cuestión.
Así, alcanza con bajar una app, dejarla que tome una selfie panorámica de nuestro rostro (para que genere un modelo tridimensional con la cara, el pelo, la forma del cráneo, etcétera), enviarla a la compañía y obtener, después de pagar 60 dólares, un muñeco articulado con nuestra cara, con una fidelidad más que razonable, a juzgar por las fotos promocionales. Podemos aparecer como pilotos de un X-Wing, cazafantasmas, un Power Ranger o un integrante de G.I. Joe. La compañía adelantó que recién en la primavera estará disponible el servicio, pero ya se puede bajar la app para hacer el escaneo, Hasbro Pulse. La firma Formlabs, especializada en impresión 3D, se hará cargo de la traslación de la versión digital del rostro a su equivalente en plástico.
Eso sí: es para mayores de 16, un requerimiento tanto para que la cara se ajuste al físico de los personajes de plástico -todos adultos- como para aprovechar el gusto por lo retro, tan de moda en estos tiempos, que requiere de un presupuesto más holgado. Salvo Star Wars, el resto de las familias de productos alcanzados (Power Rangers, GI Joe, Ghostbusters) tiene presencia actual, pero mira con añoranza tiempos pasados en los que gozaba de más popularidad.
Quienes no puedan viajar a Estados Unidos tienen una alternativa local más modesta en Milonga Customs, un emprendimiento que hace muñecos artesanales de figuras locales o virales, tanto en su versión “muñequito articulado” como en Funko Pops intervenidos. “Hay un arte que es customizar muñecos. Agarrás un personaje que no es muy relevante y modificás la figura con masilla epoxi a lo que vos querés. Así arranqué con esto y ahora de vez en cuando moldeo sobre muñecos, pero en general los imprimo en 3D”, le contó Jonathan Herrera, de 35 años, a LA NACION. El precio de los muñecos es de 1000 pesos en adelante.
Fuente: La Nación